Por medio de maquetas que escenifican situaciones de la vida moderna, el uso de técnicas fotográficas y recurriendo a composiciones pictóricas clásicas, particularmente aludiendo a los estilos neoclásico y barroco, el artista realiza una aguda observación de los contrastes socioculturales, políticos, religiosos y éticos determinados por la globalización y el uso y abuso del poder, en especial las relaciones de poder y dependencia entre primer y tercer mundo, la corrupción, el acceso a recursos, los fenómenos de inmigracion e intercambio cultural.
Su obra, irónica y emotiva, recorre las implicancias históricas del autoritarismo en las esferas del poder que comprometen en cadena, aspectos tanto de la vida individual de las personas como de la sociedad completa.





