lunes, 28 de junio de 2010

Paper V / Bipolaridad del espacio

Para iniciar este paper considero necesario generar una narración introductora de un carácter más bien histórico penquista, que explique de cierta manera el origen del Barrio Universitario, para posterior generar el análisis respecto a la problemática o cuestión.
A comienzos del Siglo XX, la actual octava región (Bío Bío), comprendía dentro de sus territorios a una serie de provincias, que iban desde el Maule hasta Valdivia. Concepción, era la capital de este fragmento del país, considerado en ese tiempo como la capital del sur. Localidades como Lota, Coronel, Talcahuano y Penco destacaban sobre otras por su cualidad netamente industrial y productiva, esta particularidad es la que llevo a Concepción a ser la segunda ciudad más importante y densamente poblada del país.
La manifestación de éste auge industrial y productivo, llevo a variados intelectuales y profesionales penquistas, a cuestionarse y plantear la idea de generar paralelamente a este boom, un auge cultural penquista y sureño, alejado de la gran capital. De esta manera comenzó a bosquejarse la idea de construir una casa de estudios con un énfasis descentralizador, que permitiera estudiar carreras profesionales fuera de Santiago, y transformar de cierta manera a Concepción en una completa capital sureña, que fuera en cierta medida la representante de la zona centro - sur.
En febrero de 1917, el diario El Sur, publica un artículo en el cual se escribe: (que la idea de una universidad no se había podido concretar aun por) “la falta de organización de todas las personas que así pensaban”. Después de conversaciones postergadas y fallidas con el presidente Juan Luis Sanfuentes, "El Comité se convenció de que el Gobierno no crearía quien sabe en cuánto tiempo la Universidad. No eran sólo penurias financieras que lo impedían, habían también de por medio rivalidades, temores políticos y sectarios y no faltaba tampoco la menguada entrega de alguna pequeñez humana", señalaba en 1929 Enrique Molina Garmendia en la celebración del décimo aniversario de la Universidad. Agregando, que por tal motivo "El Comité se cansó de esperar y en un gesto de audacia y de fe resolvió, sin más ni más, abrir la Universidad a principios de 1919". Claramente entre 1919 - 20 solo se comenzó la compra de terrenos y las construcciones de las primeras escuelas y facultades, por ende el inicio formal y oficial de actividades académicas se realizo en abril de 1924.
La Universidad de Concepción (UdeC) fue emplazada en uno de los tantos humedales de la ciudad, cobijada por cerros. Fue construida de manera muy similar a la Universidad de California en Berkeley, Enrique Molina Garmendia tuvo la idea de construir una ciudad universitaria, y lo logro.
Luego de introducir con una breve reseña del origen e ideas que llevaron a cabo la construcción de la Universidad debo complementarla con la formación de otro hito importante dentro del Barrio Universitario, y no hay mejor presentación que su propio nombre, de esta forma ahora le toca a la Plaza Perú.
La construcción de la plaza y los edificios colindantes, se llevaron a cabo en 1942, posterior al terremoto de Chillán (1939), y fueron obras financiadas por la Compañía Siderúrgica Huachipato, realizadas con la función de darle residencia a los enviados de otros países que trabajaban en la empresa acerera (gerentes e ingenieros). La plaza Perú forma un conjunto único dentro de la ciudad, una pequeña rotonda y una diagonal que conecta el barrio con el centro de la ciudad, la separación de la cuadricula damero (español) con la cita de un trazado concéntrico (francés). Desde la década del 50 hasta la del 70, Huachipato comenzó y terminó de desligarse de los edificios, quedando los departamentos en manos de sus habitantes. Desde 1942 al 2003 la plaza y sus edificaciones estuvieron intactas hasta que la municipalidad de Concepción se hizo cargo de las falencias y comenzó la reparación total del lugar.
En la actualidad la plaza Perú es un paseo diariamente recorrido por gran cantidad de personas, principalmente los estudiantes de la UdeC, es en este punto en donde comenzare mí problemática o cuestión, la cual titulare como “bipolaridad del espacio”. El tránsito es el principal factor en juego, un constante flujo que ha impulsado la aparición de locales comerciales, pubs y restaurantes, primer agente común entre todos estos, la cerveza y la comida temática (mexicana, griega, árabe, chatarra, etc.), dirigidas a un sector que no necesariamente pertenece al entorno universitario. Segundo agente en común, el precio, exagerado para el bolsillo hambriento y sediento del estudiantado mayoritariamente común, ahora la pregunta es ¿a donde acude este segmento rezagado?, se da la vuelta y caminando por Chacabuco llega a la San Diego, panadería y pastelería, que a un precio más razonable nos quita ese vacío estomacal. No quiero dirigir la problemática a divisiones socio económico dentro de la juventud penquista, pero si hacer énfasis de que el barrio universitario esta principalmente enfocado a personas que quieren gastar arto dineral he ahí el juego. Doy este ejemplo para ilustrar de manera banal la bipolaridad existente en el ambiente. Ahora bien si nos enfocamos en un polo mas agresor, durante un día de protestas la plaza Perú se calla por un lado y habla por el otro, no diré que siempre terminan en batallas campales, porque raras veces suceden, pero en este caso se ven dos posiciones enfrentadas la cuadricula estructurada de los carabineros versus el libre movimiento del estudiantado o funcionario público, el aparente orden establecido y aceptado se rompe frente a la masa desconforme y en ocasiones iracunda. Con estos dos ejemplos cotidianos planteo básicamente que la bipolaridad de la plaza Perú se transforma en un roce constante entre un fieltro y una trama, una convivencia que busca quedar bien con Dios y con el Diablo. La prostitución del espacio, la aceptación por parte de éste de todo tipo de tendencias e ideologías genera un contrato invisible con estos visitantes y habitantes, sacando provecho a cada uno de ellos de la misma forma que estos se ven retribuidos de cierta manera, un pseudo mutualismo.
El pasar de un sector netamente habitacional a un lugar casi turístico, se debe principalmente a la relación que tiene la plaza con la universidad, el efecto feedback realizado principalmente por los jóvenes. A veces hay arte, otras marchas, en ocasiones borracheras, pleitos y cuicos pululando, rotos sentados en las aceras, gente trabajando y otros esperando, basura y colores, música punk, rock y fugaces cumbias, marihuana y cigarros, rastas vendiendo panes hippies y chinos vendiendo arrollados primavera, mechoneos, fiesta de la alegría y convenciones de payasos, ferias sabatinas y domingueras.
Finalmente la bipolaridad del espacio, transforma al barrio universitario en un todo, un conjunto de cosas, de variantes y casualidades, un roce entre un fieltro y una trama que siempre está presente pero desaparece para el gusto de todos.