Si lo analizamos desde una mirada más bien socio industrializada un proceso de producción es un sistema conformado por una serie de acciones, interrelacionadas de una manera más bien dinámica orientada a la transformación de ciertos elementos. De esta forma, lo que entra, sale como un producto nuevo con un valor totalmente diferente. Si lo simplificamos, el verbo producir, deriva en una relación con términos como, engendrar, criar, originar, procurar, ocasionar y fabricar. En todo acto que involucre la transformación de algún elemento ya sea tangible (objetos) o bien intangible (idea) existe al menos un proceso de producción.
Si exagero y nos remontamos tal vez algunos miles de años, y con esto me refiero a retroceder hasta que surge el primer homínido, el que por suerte, práctica o iluminación divina se dio cuenta de que en el suelo había nuevas cosas por explorar, que su cuerpo podía realizar nuevos movimientos, para después comenzar a hacer uso de su cerebro. La Guerre du feu (1981), dirigida por Jean-Jacques Annaud cuenta la historia de una familia de Neanderthales que dependen totalmente del fuego, para calentarse y defenderse de los animales. Saben cómo mantenerlo, pero no saben crearlo. Dentro de la trama, estos se enfrentan con una tribu Cro Magnon, un miembro del clan resbala y cae al agua apagando el fuego, de esta manera la tribu ve amenazada su existencia. Película totalmente amplificada y apresurada, pero sirve como ejemplo, de un proceso diferente de producción y a la vez evolución.
Esta más que claro que cada época vive acontecimientos únicos y a la vez endémicos dependiendo del lugar, de la misma manera los procesos productivos difieren entre sí, cargadas de características propias dependiendo de la región y el momento en que se vivía, no era lo mismo la construcción de una pirámide egipcia en Giza que la construcción de un plan de desarrollo sustentable para aguas de regadío en la comuna de San Javier. Toda época se ve influenciado por algún evento que los marca, ideologías, tendencias, guerras, vanguardias, modas, medios, etc. de la misma manera los tipos de producción ya sean bajo la mirada industrial, social, político o en este caso artística, marcan el desarrollo de alguna obra. Hipólito Taine planteo que la obra de arte era hija de su tiempo, lo más probable es que en algo tenía razón. Ahora bien si el medio de producción depende del periodo en el que se vive. ¿Pero en qué momento el proceso productivo se involucra con el individuo?, es más que obvio que el individuo es el gestor de la idea que con lleva a la producción de la obra, ahora bien existen variadas posturas, una de ellas es la idea de un artista genio, que gracias a una iluminación totalmente genial, le surgen ideas geniales, no necesita investigación ni programación, tan solo llega la idea y se produce. La siguiente opción de relaciones para con el individuo quizás es tan anticuada como la anterior, Johann Joachim Winckelmann en el Siglo XVII planteo que los artistas modernos alcanzan su grandeza gracias a la imitación de los artistas de la Antigüedad (Griegos). De no ser así caerían en errores innecesarios que los clásicos superaron, es decir según Winckelmann el arte giraba entorno, por gustos obviamente, de la belleza clásica, por ende el artista para ser alguien respetado debía caer en la imitación.
¿Pero en qué parte el sujeto juega un rol realmente participativo?, ¿en qué momento involucra sus ideas con sus obras? Según Walter Benjamín, en el autor como productor, plantea que el artista debe transformar las formas de producción en el sentido de una intelectualidad progresista, es decir que su obra debería estar en constante experimentación e investigación, en pos de uno o varios resultados. El hecho de realizar un trabajo artístico con una fuerte carga de investigación presenta una serie de pros y contras, por un lado es posible sustentar la obra en base a juicios, planteamientos y problemáticas que afloran durante el periodo investigativo. Ahora el trabajo práctico y con este me refiero a la producción netamente manual, se ve en una fuerte competencia con el trasfondo teórico, de esta manera para la realización sustentable ambas partes, la teórica y la práctica, deben funcionar equitativamente, si no se logra llegar a ese punto, una se comerá a la otra.
En el fondo cada uno sabe donde le aprieta el zapato, por ello cada uno sabe cuál es el medio de producción más adecuado para el desarrollo del propio trabajo. Independiente del modelo a escoger hay algo que se debe tener claro, el medio, el entorno, el periodo de tiempo en el que nos ubicamos, la tecnología reinante, el estado de ánimo, todo influye en el proceso productivo. Yo no seré abogado del diablo, ni menos defensor de un proceso productivo, producir sin negación creo que es aun más viable, la iluminación de vez en cuando llega, la experimentación debe existir sin duda alguna, el desarrollo sustentable entre la práctica y lo teórico debe existir. La producción artística, se debe en su totalidad al ensayo y error, a las influencias, a las contradicciones, referencias, vínculos, educación y en su totalidad al entorno, si se ve desde esta manera la producción debería estar bajo el alero de un pragmatismo inherente, una praxis total, un proceso en pos de un progreso propio.