Elio el Conejo, conejo verde, conejo humano, nace del imaginario/fantasía de un papel que cobra vida en el cotidiano, vida real. Su personalidad proviene de las aptitudes y actitudes de una persona común y corriente, más bien su caracterización hace notables referencias a peluches, animales enternecidos, etc., rescatando así los colores pastelados y la suavidad en su textura, piel; y exagerando características físicas como el rostro, orejas, manos y patas.
Poco a poco Elio el Conejo se refleja tanto en mí como yo en él, transformándonos en uno; yo un conejo verde infiltrado en la realidad o viceversa, provocando a la lógica para aturdir a la gente con esta controversial propuesta Conejo/Humano, cuyo objetivo principal es dar a conocer las actividades cotidianas de cada persona desarrolla día a día, pero que con la rutina se han ido olvidado, dejan de ser percibidas por el ojo acelerado, atareado y egoísta del ser humano.
La ficción se me ha escapado de la pluma, de mi lápiz, la realidad es tan simple como tomar un café, leer el diario, beber cerveza, etc., y el lenguaje no verbal toma protagonismo rescatando lo que hemos dejado en el olvido por medio del "dibujo-performance". Lo cual no es una negación frente a la convivencia multifacética de acuerdo a los medios, pero sin duda genera una alteración en lo que está establecido, la realidad.
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